Los autos comenzaron a circular por nuestro país casi desde sus primeros tiempos. Allá por 1895 Dalmiro Varela Castex introdujo el primero que era un Daimler y obtuvo el primer carnet de conductor. Apenas habían pasado nueve años desde que Karl Friedrich Benz lanzó su modelo Benz Patent-Motorwagenen en la ciudad de Mannheim. A principios del siglo XX ya había coches por las calles tucumanas. A partir de allí comienza también el uso de los correspondientes combustibles para impulsarlos. La venta de gasolina se realizaba en negocios que también tenían aceites industriales. El combustible era importado y llegaba a la ciudad en grandes bidones para ser fraccionado en los diferentes vehículos. En 1907 se descubre petróleo en Comodoro Rivadavia pero ya antes algunas firmas extranjeras estaban en el país vendiendo sus productos. En 1911 se instala Standar Oil (más conocida como ESSO, que significa “Eastern Seabord Estándar Oil”). Tres años más tarde, ya iniciada la Primera Guerra desembarca Shell. Las páginas de nuestro diario se vestían con publicidad de ellas como de la Texaco. La Standar, a través de su subsidiario la West India Oil Company y su famosa nafta “wico”, un acrónimo de sus siglas con el pequeño cambio de posición entre la o y la c. La compañía anglo holandesa lo hacía con la Anglo Mexican Petroleum, que tuvo que cambiar el símbolo representativo de aquellos años a causa de los crímenes del nazismo.

En 1926

En los primeros días de noviembre de 1926 se anunciaba bajo el “Industria Nacional” y la bajada “Nafta YPF” la instalación en nuestra ciudad del primer surtidor de la firma petrolera estatal argentina, creada por Enrique Mosconi hacia mediados de 1922 bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen.

El lugar elegido era la mismísima plaza Independencia frente a la Catedral. La crónica señalaba: desde la semana pasada se expende en nuestra plaza un producto genuinamente nacional: la nafta Y.P.F (Yacimientos Petrolíferos Fiscales). Por cierto que al tratarse de una producción de la rica industria argentina, los consumidores que encontrarán en dicho combustible para motores a explosión, un renglón bondadoso y conveniente, habrán de procurar el consumo del mismo, toda vez que en calidad, es realmente insuperable. Luego destacaba los usos que la nafta había tenido hasta el momento. La nafta YPF es empleada por los aviones de las escuadrillas aéreas militares nacionales habiendo dado un resultado inmejorable en los raids que efectuó el general Justo, utilizando los aviones Breguet, que como se recordará, cumplieron una amplísima misión sin el menor inconveniente. En este sentido durante aquellos días en la zona de Las Cejas se realizó un gran operativo militar con el uso de aviones.

La pequeña crónica cerraba con el uso de esos combustibles en actividades deportivas como el automovilismo: emplearon naftas YPF los automóviles Studebaker que se clasificaron primero y segundo en la carrera Estándar corrida en el circuito de Morón, en Buenos Aires, dirigidos por los pilotos Noni y Morán, respectivamente.

La petrolera nacional había instalado su primer surtidor en Argentina en 1923 en la porteña esquina de Bartolomé Mitre y Rosales. Por aquellos años las crónicas destacaban los grandes logros de “los locos al volante” y sus grandes travesías recorriendo nuestro país, venciendo récords en cada prueba. Otro espacio importante tenía la aviación con sus récords de altura, de distancia o de velocidad, el primer avión se vio por aquí en 1911.

Los caminos en nuestro país eran escasos hacia 1932: apenas alcanzaban los 2.000 kilómetros. En base a una política de expansión y a la creación de Vialidad Nacional en 1932, para 1944 la red vial nacional superaba los 30.000 kilómetros.

Taxis en Tucumán

En marzo de 1906 en las páginas de los diarios tucumanos se publicitaban “servicios de automóviles de alquiler” ofrecidos por un tal Remigio Guzmán que expresaba: ahora tiene un nuevo coche “que es el mejor de los que hasta ahora han sido introducidos en la provincia. Con suficiente número de asientos para cuatro personas, además de chauffer. Ofrece comodidades suficientes a las familias para pasear por las calles de la ciudad y sus alrededores”. Tarifa 5 pesos la hora. La cochera es en Ayacucho primera cuadra. Como vemos los taxis ya recorrían nuestras calles 110 años atrás.

De tal manera que autos impulsados por combustibles nacionales empezaron a recorrer nuestras calles en 1926. El parque automotor argentino en 1920 alcanzaba unos 48.000 vehículos alrededor de 187 personas por auto. Una década más tarde eran ya 435.900 automóviles haciendo una relación de casi 28 personas por coche.


Un símbolo de "buena fortuna" que el nazismo subvirtió

El uso de la esvástica hasta la década de 1930 no tenía esa connotación de maldad suprema, de destrucción, de muerte, que el nazismo le imprimió desde su llegada al poder en Alemania, en 1933. En la década anterior la publicidad de la Anglo Mexican Pretroleum usaba ese símbolo, reconocido ya desde 5.000 años atrás en diversas regiones del mundo y por distintas civilizaciones. Hacía referencia a sus dioses protectores, en sentido levógiro -o sea girando en el sentido de las agujas del reloj-, mientras que la de los nazis es dextrógira, gira en contra del reloj.

El símbolo en color azul representaba las naftas Energina y en rojo, al kerosén Aurora, que se usaba para el alumbrado. La Anglo, que había extendido su operación por todo el país, presentaba con la esvástica sus productos. Se pueden ver fotos de los tanques de almacenamiento con aquel símbolo así como placas de metal enlozado con esos nombres. Energina fue la primera nafta que comercializó Shell en nuestro país por medio de su subsidiaria Anglo. Se recuerda que la firma envió con el carburante mexicano al mayor buque tanquero de la época en 1914 a la Argentina. Las firmas inglesa Shell y holandesa se unen para enfrentar al gigante americano Standar Oil en los distintos mercados. Habría que esperar algunos años hasta la llegada de YPF, que se crea en 1922. Por aquellos años los surtidores despachaban unos tres litros por minuto y requerían una operación de cierta complejidad para ser suministrados en los vehículos. En internet pueden encontrarse a la venta tachos, bidones y placas identificatorias de la firma con el símbolo representativo.

La familia se completaba con Aurora, el kerosén que se entregaba a domicilio y en las oficinas encargadas del alumbrado público, todo un adelanto para aquellos primeros años del siglo XX. El símbolo usado por entonces, la esvástica, se habría utilizado por uno de sus significados que es “muy auspicioso”, cosa que realmente ocurrió a lo largo de su operación. El término, de origen sánscrito, también puede significar: bueno, felizmente, con éxito, buena suerte, salud, etcétera. Todos ellos desvanecidos luego de las atrocidades cometidas por los nazis bajo la bandera con la esvástica. Esto habrá llevado a la empresa a cambiarlo como emblema de la firma en el país por el de la ostra o vieria que representaba a la Shell desde un principio.

La esvástica puede encontrarse desde las tradiciones paganas europeas, pasando por Roma y llegando hasta el oriente, como en India, y hasta fueron encontradas en monumentos aztecas y mayas. Lo que haría muy plausible el sentido religioso del símbolo para esas culturas. En Japón recibe el nombre de manji y se usaba para identificar templos religiosos en sus mapas, pero debieron ser cambiados tras la Segunda Guerra.

Los nazis la adoptaron en la primera parte de los años 20 del siglo pasado, aunque ya estaba asociada a los grupos nacionalistas alemanes. “El motivo (una cruz en forma de gancho) aparentemente se utilizó por primera vez en la Eurasia del Neolítico, quizás para representar el desplazamiento del sol en el cielo. En nuestros días es un símbolo sagrado para el hinduismo, el budismo, el jainismo y el odinismo. Es común verla en templos o casas en la India o en Indonesia.

“Las esvásticas también tienen una historia antigua en Europa, ya que aparecen en artefactos de culturas europeas anteriores al cristianismo”, expresa en su página web (https://www.ushmm.org) el Museo de la Memoria del Holocausto de Estados Unidos.